ESCULTURAS DE ARENA

En la ciudad de Valladolid no tenemos salida al mar, aunque llama la atención al visitante nuestra “Playa de las Moreras” en pleno río Pisuerga, frente al edificio Duque de Lerma (el techo de la ciudad) y cerca del Puente Mayor. En ella, muchas personas toman el sol con el buen tiempo, la gente suele pasear por allí o utilizar las instalaciones deportivas. También la playa sirve de escenario a la hoguera de San Juan y poco más.
La arena la han traído de otros lugares, pues las continuas riadas se llevan cada año gran parte de ella. Ese entorno se ha arreglado en los últimos años. Hay que reconocer que desde el Ayuntamiento se ha hecho un esfuerzo por recuperar las riberas del río y la verdad es que ahora se puede pasear, correr o ir en bicicleta por gran parte de ellas. No obstante, las obras del colector han hecho casi intransitable el Paseo de las Moreras y el Paseo del Renacimiento (desde el Puente del “Poniente” hasta el de Condesa Eylo).
Este fin de semana ha tenido lugar un Certamen de Esculturas de Arena en la Plaza Mayor, en el que se han dado cita auténticos artistas de varios países y el nivel ha sido muy elevado.
Estas esculturas de arena se han hecho con gran laboriosidad y durante estos días los vallisoletanos hemos visto su elaboración y el espectacular resultado del trabajo de los escultores. Unas obras frágiles y efímeras que concentran gran belleza. Valgan de muestra las fotos que he puesto.
No obstante hay gente que no tiene sensibilidad y la noche del viernes unos vándalos destrozaron algunas de ellas (que por suerte fueron reconstruidas). ¿quién es capaz de destrozar la belleza o el arte?
El alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva declaró que es la manera que tienen de concebir la cultura algunos “progresistas”. Me pregunto si nuestra máxima autoridad local sabe quiénes fueron y sus ideologías. Me parece penoso que se haya politizado el asunto. Yo entiendo que ha sido un acto de vandalismo sin más, que todos hemos de condenar, pero también hacer algo para que no se vuelva a repetir.
Debemos caer en la cuenta los muchos casos de destrozos del mobiliario urbano (pintadas, rotura de farolas, destrozo de jardines, etc.) que hay en la ciudad. Esta pasada semana también se produjo otro hecho que hay que lamentar en Valladolid: el destrozo de una vitrina de cristal en la parroquia de San Miguel (en la calle Expósitos), en la que un grupo de desalmados rompieron el cristal y deshicieron en mil pedazos la imagen de San Antón. Considero que es un atentado contra la libertad religiosa y un acto cobarde de vandalismo que se hizo con premeditación, nocturnidad y alevosía que nos debe avergonzar a todos.
Hay que reflexionar sobre nuestra juventud, ¿por qué ese afán por transgredir normas? ¿Es culpa de los propios jóvenes, de padres, de los educadores, o de toda la sociedad en su conjunto?
Hoy en el diario El Norte de Castilla publica hoy en su edición impresa un interesante informe sobre los jóvenes y las conductas predelincuentes, en el que se resalta que cerca de un 20 % reconoce haber agredido a algún compañero o que un 7% usa armas para defenderse. También se habla del inicio cada vez más temprano de la adicción en el tabaco, el alcohol y sobre el inicio de las relaciones sexuales (que en un alto porcentaje se hacen sin ningún tipo de protección).
La juventud es una etapa frágil (como las esculturas de arena) en la que se van definiendo y consolidando los rasgos que nos identifican como personas y que nos hacen elegir los caminos que queremos en la vida. Creo que el diálogo y la atención de los padres hacia sus hijos es primordial para prevenir conductas como las que antes he descrito.